Necio

Necio, cuando miro tus ojos,
cuando el Sol se vuelve negro.
Necio. Cuando huyo y me quedo.
Terco pero tuyo. Pertenencia para siempre.

Amor absurdo aquel que se rinde
y deja al tiempo
romper aquella conexión
que aquel mismo tiempo construyó.

Quiénes mejor que nosotros para destruirnos,
si al pisar nuestros residuos,
renacemos de nuevo.

Cada clamor, cada motivación,
nunca lo mismo y sin embargo tan añejo.
Ese calor que sale de tu mano
y comparte el deshielo que tienes conmigo.

Cada paso y beso me vuelve terco.
Ese grito al mundo,
que trata de ahogarnos
como un mar embravecido.

Y entonces, esa sonrisa, esos ojos, esa voz,
correrán siempre a mí
para que con un abrazo te diga:
necio soy, terco tuyo, necio siempre.

Juan Pablo

Deja un comentario